Apareces y una luz cegadora alumbra mi camino. Susurros inesperados me hacen tener miedo de mi misma. No puedo controlarlo. Es más, me gustaría perder el control. No me importa lo que digan de nosotros, a mi solo me importa tu esencia. ¿Porqué cuando escribo esto solo pienso en una persona? Es imposible diferenciar entre la realidad y los sueños cuando tú estás en ellos. No quiero que me quieras. He aprendido a conformarme con lo poco que me das y así soy feliz. Ante todo, gracias. Gracias por existir y por aparecer en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario