17/6/12

Cada roce, cada caricia, cada beso, cada mirada, cada sonrisa... son un mundo. ¿Cómo pueden gustarme tanto esos momentos? Nadie me conoce mejor, nunca había sentido a nadie tanto. Pero, ¿cómo puedes dudar de mí? Me duele la desconfianza. Voy a estar pagando eternamente mi segundo de duda. Pero esto me está sirviendo para darme cuenta de qué es lo que realmente siento y te siento a ti. Sólo a ti. Sólo quiero sentirte a ti y a nadie más. Ojala me entendieras, ojala me creyeras y dejaras de dudar. Quiero tener mi libertad, pero contigo. Yo no quiero compartirla con nadie más... ya no. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario