1/7/12
Se acabó. Ahora definitivamente, para siempre. Me siento utlizada, engañada. Sé que nuestras discusiones eran puras excusas para que todo fuera mal y que así acabara pronto, quitarte un peso de encima y no sentirte culpable de lo que me pasa. Todo fue una mentira. Ya no sé distinguir entre lo que es real y lo que no. Ya no puedo confiar ni en mi misma. Eras mi escudo, mi protector. Ahora has quedado reducido a la nada. Ya no nos queda nada a lo que aferrarnos. Sabía que iba a acabar mal, lo sabía, pero nunca llegué a imaginar que de este modo. Todo lo que sentía se ha desvanecido. Cada detalle nuevo es una puñalada en el pecho. No tengo miedo a soñar, a dormir y no despertar jamás. Según tu, yo era una mentirosa, lo más falso que habías visto... hipócrita, eso es lo que eres. Dijiste que me querías pero no fue suficiente. Leo una y otra vez lo que solías decirme y ya no sé que era cierto y que mentira. Te imagino a ti... y muero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario