25/8/12

No me permito hablar de temas que no me conciernen, pero es cierto, cuando una persona te decepciona, eso, es la peor sensación posible. No sabes cómo actuar. No sabes si cortar por lo sano, olvidar, alejarte de él/ella y acabar con todo. No sabes si hablarlo, preguntarle porqué lo hizo, qué razones le llevaron a olvidar todo lo que os dijisteis, todo lo que vivisteis. No sabes si enfrentarlo y odiarle. No sabes nada. Solo quieres volver atrás, a los buenos tiempos y mirar en qué fallasteis. Pero así son las relaciones humanas, siempre con altibajos. Es cierto, todas las personas a las que queremos acaban fallándonos y el que diga lo contrario, por favor, te ruego que salgas de esa cajita de cristal en la que vives. 
Me duele ver cómo lo que una vez quise se desvanece. Soy de las que piensan que querer es sentirte vivo. Lo malo llega cuando te decepcionan y te sientes muerto. Has perdido tus fuerzas, tu alegría. Son este tipo de cosas las que te hacen cambiar, las que te hacen crecer, las que te hacen madurar. Debemos agradecer a todas esas personas que nos han hecho daño por ayudarnos a mejorar como personas. Sé que es difícil sentirse lo suficientemente fuerte para verlo desde este punto de vista cuando acabas de vivirlo, pero el tiempo es nuestro mejor aliado. 
"Vive rápido, antes de que alguien pueda destruirte." En pocas palabras, mi filosofía de vida. No dejes que nadie te pisotee. Si lo haces, estas muerto. 

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