29/4/10

Pasado sano y salvo en mi memoria

Dejaré que la luna esconda mis más sombrías historias acerca de como llegué a degradar mi mente hasta el punto de amargarla con el ácido más dulce, la droga más sana, la mentira más verdadera. Mantendré oculta la sagrada verdad de que te amaba y sucumbiré al más frio de los glaciares para vaciar esta tortura llena de soledad. Estoy segura de que aquel abrazo que me diste no lo olvidaré jamás, porque por un momento no me sentí invisible de la locura de la sociedad de esta época harta de mundo. Y juraría que aquellas palabras fueron de verdad y no me las imaginé y solo por eso, te mereces el cielo y la gloria. Da igual el presente y el futuro, me importa lo vivido y lo sentido, lo pensado y lo hecho.

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