11/1/11
Ya me siento mejor. Aunque todavía no ha pasado lo peor (esto es solo el principio) siento que podré superarlo y todo gracias a una persona que aunque él no lo sepa, me está apoyando moralmente. Pequeños gestos suyos hacia mi hacen de mi día un día especial, un día para recordar. Una mirada, una sola frase, una sonrisa, un roce, cualquier cosa me sirve para alegrarme la vida. No sé si me estoy volviendo loca al pensar que el equilibra la balanza de mi salud mental. Antes el equilibrio no existía y estaba depresiva, sin ganas de nada y torturandome mentalmente. Ahora siento que el equilibrio es perfecto. La balanza no tiembla hacia ninguno de los dos lados. Siempre le agradeceré por ayudarme en los momentos más difíciles de mi vida, seguramente los más difíciles en una buena temporada (la media de bajones al año no es tan grande). Así que... gracias, amigo.
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