29/11/12

Algunos días, miro al cielo y pienso en ti. 
Otros días, miro al suelo y pienso en ti.
No importa qué haga, pensaré en ti.
Cada lágrima, cada corte, cada punzada de dolor me han llevado a ti.
Sé que me arrepentiré de darte una oportunidad,
de quererte y emocionarme con tus sonrisas.
Intento pensar que el tiempo me entregará un lugar en tu corazón,
pero es tan difícil imaginarse tantísima felicidad.
Lo que creía imposible, ahora lo he conseguido.
¡Quiéreme! Grita mi fuero interno en cada mirada.
Eres tú el que ha borrado,
cientos de cicatrices.
Eres tú el que ha alimentado,
mi hambrienta vida. 

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